CIENTÍFICOS

Santiago Ramón y Cajal:


Fue un médico español, especializado en histología y anatomía patológica. Compartió el premio Nobel de Medicina en 1906 con Camillo Golgi.

Mediante sus investigaciones sobre los mecanismos que gobiernan la morfología y los procesos conectivos de las células nerviosas, desarrolló una nueva y revolucionaria teoría que empezó a ser llamada la «doctrina de la neurona», basada en que el tejido cerebral está compuesto por células individuales.

Cursó la carrera de medicina en Zaragoza, a donde toda su familia se trasladó en 1870. Ramón y Cajal se centró en sus estudios universitarios con éxito y, tras licenciarse en medicina en junio de 1873, a los veintiún años, fue llamado a filas en la llamada Quinta de Castelar, el servicio militar obligatorio ordenado por el célebre político, presidente en aquel momento de la efímera Primera República.

En 1926, recién jubilado, fue inaugurado por Alfonso XIII el monumento a Santiago Ramón y Cajal, obra de Victorio Macho, en el paseo de Venezuela del parque del Retiro de Madrid.En agosto de 1930, el fallecimiento de su mujer por tuberculosis supuso para él un importante golpe. A pesar de ello, en sus últimos años continuó trabajando, preparando publicaciones y reediciones, y se consagró a sus alumnos. Varios de ellos (en especial su discípulo predilecto desde 1905, Jorge Francisco Tello, que le había sucedido en su cátedra y en la dirección del Instituto), por expreso deseo del propio Ramón y Cajal lo acompañaron en su muerte, el 17 de octubre de 1934, tras el agravamiento de una dolencia intestinal que debilitó su corazón. Muy poco después se publicaría su autobiografía El mundo visto a los ochenta años, que había terminado y corregido poco antes. Sus restos reposan, junto a los de su esposa, en el cementerio de la Almudena de Madrid.


Margarita Salas Falgueras

Es una bioquímica española. Licenciada en Ciencias Químicas por la Universidad Complutense de Madrid, fue discípula de Severo Ochoa,​ con quien trabajó en los Estados Unidos después de hacerlo con Alberto Sols en Mda con el también científico Eladio Viñuela,​ ambos se encargaron de impulsar la investigación española en el campo de la bioquímica y de la biología molecular.
En la actualidad es profesora vinculada "ad honorem" del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y desarrolla su trabajo en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa de Madrid (CSIC-UAM). También es académica de la RAE desde el año 2003, y censora de la Junta de Gobierno desde 2008.4​ En 2016 se convirtió en la primera mujer en recibir la Medalla Echegaray, otorgada por la Real de la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.

Nació en Canero, Asturias, en 1938. Su padre fue médico e influyó en ella para su interés por las ciencias. A los 16 años marchó a Madrid para realizar las pruebas de acceso de Química y Medicina. Ingresa en Químicas y en el verano de 1958 conoce a Severo Ochoa, quien tendrá influencia en su carrera y orientarla hacia la bioquímica. Realizó su doctorado con Alberto Sols. En 1964, junto a su marido, Eladio Viñuela marchan a EE. UU., al Departamento Científico de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York, donde permanecerán hasta 1967. En ese año regresan a España con ayuda de financiación americana para desarrollar la biología molécula.


Charles Robert Darwin

Fue un naturalista inglés, reconocido por ser el científico más influyente de los que plantearon la idea de la evolución biológica a través de la selección natural, justificándola en su obra de 1859 El origen de las especies con numerosos ejemplos extraídos de la observación de la naturaleza.

Postuló que todas las especies de seres vivos han evolucionado con el tiempo a partir de un antepasado común mediante un proceso denominado selección natural. La evolución fue aceptada como un hecho por la comunidad científica y por buena parte del público en vida de Darwin, mientras que su teoría de la evolución mediante selección natural no fue considerada como la explicación primaria del proceso evolutivo hasta los años 1930.1​ Actualmente constituye la base de la síntesis evolutiva moderna. Con sus modificaciones, los descubrimientos científicos de Darwin aún siguen siendo el acta fundacional de la biología como ciencia, puesto que constituyen una explicación lógica que unifica las observaciones sobre la diversidad de la vida.
Con apenas 16 años Darwin ingresó en la Universidad de Edimburgo, aunque paulatinamente fue dejando de lado sus estudios de medicina para dedicarse a la investigación de invertebrados marinos.
A pesar de los repetidos brotes de su enfermedad durante los últimos 22 años de su vida, Darwin continuó infatigablemente su trabajo. Habiendo publicado El origen de las especies como un resumen de su teoría, continuó desarrollando líneas de investigación que allí solo habían sido esbozadas y que incluyeron objetos tan dispares como la evolución humana, diversos aspectos de la adaptación de las plantas o la belleza decorativa en la vida salvaje.
Sus experimentos e investigaciones sobre evolución culminaron en sus trabajos sobre el movimiento de plantas trepadoras y carnívoras, los efectos de la heterosis y la autofertilización vegetal, diferentes formas de flores en una misma especie de planta, y El poder del movimiento en las plantas. En su último libro, Darwin investigó el efecto de la presencia de lombrices en la formación del suelo.

Murió en Downe, Kent (Inglaterra) el 19 de abril de 1882. Esperaba ser enterrado en el patio de la iglesia de St. Mary, en Downe, pero por petición de sus colegas, el presidente de la Royal Society, William Spottiswoode, convino un funeral de Estado en la Abadía de Westminster, donde fue enterrado junto a John Herschel e Isaac Newton.111​ Solo cinco personas que no pertenecieran a la realeza tuvieron el honor de recibir un funeral semejante durante el siglo XIX.


Maria Salomea Skłodowska-Curie

Pionera en el campo de la radiactividad, fue la primera persona en recibir dos premios Nobel en distintas especialidades, Física y Química,​ y la primera mujer en ocupar el puesto de profesora en la Universidad de París. En 1995 fue sepultada con honores en el Panteón de París por méritos propios.

Nació en Varsovia, en lo que entonces era el Zarato de Polonia (territorio administrado por el Imperio ruso). Estudió clandestinamente en la «universidad flotante» de Varsovia y comenzó su formación científica en dicha ciudad. En 1891, a los 24 años, siguió a su hermana mayor Bronisława Dłuska a París, donde culminó sus estudios y llevó a cabo sus trabajos científicos más sobresalientes. Compartió el premio Nobel de Física de 1903 con su marido Pierre Curie y el físico Henri Becquerel. Años después, ganó en solitario el premio Nobel de Química de 1911. Aunque recibió la ciudadanía francesa y apoyó a su nueva patria, nunca perdió su identidad polaca: enseñó a sus hijas su lengua materna y las llevaba a sus visitas a Polonia. Nombró el primer elemento químico que descubrió, el polonio, como su país de origen.

Sus logros incluyen los primeros estudios sobre el fenómeno de la radiactividad (término que ella misma acuñó),​ técnicas para el aislamiento de isótopos radiactivos y el descubrimiento de dos elementos, el polonio y el radio. Bajo su dirección, se llevaron a cabo los primeros estudios en el tratamiento de neoplasias con isótopos radiactivos. Fundó el Instituto Curie en París y en Varsovia, que se mantienen entre los principales centros de investigación médica en la actualidad. Durante la Primera Guerra Mundial creó los primeros centros radiológicos para uso militar. Murió en 1934 a los 66 años, en el sanatorio Sancellemoz en Passy, por una anemia aplásica causada por la exposición a la radiación de tubos de ensayo con radio que guardaba en los bolsillos en el trabajo y en la construcción de las unidades móviles de rayos X de la Primera Guerra Mundial.


















Comentarios

Entradas populares